En un mercado cada vez más competitivo, el dominio de los conocimientos técnicos y la obtención de buenos resultados ya no son suficientes para construir una carrera exitosa. Además de tu dedicación al trabajo, debes cuidar tu imagen profesional, es decir, la impresión que das a tus compañeros, superiores y clientes a diario.
La importancia de la imagen viene, sobre todo, en el primer contacto con otras personas. Antes de conocerte, no tienen ni idea de tu competencia, carácter o personalidad. Tener actitudes que refuerzan estas características es la mejor manera de posicionarse como un talento diferenciado que tiene mucho que ofrecer.
Pensando en ello, hemos desarrollado una guía con todo lo que necesitas saber para cuidar tu imagen profesional, desde el concepto hasta las mejores prácticas. ¿Quieres saber más? ¡Sólo sigue el post!
Índice de contenidos
- 1 ¿Qué es la imagen profesional?
- 2 Diferencia entre la imagen profesional y personal
- 3 ¿Porqué mejorar nuestra imagen profesional y personal?
- 4 ¿Cómo crear una imagen profesional?
- 4.1 Invertir en la formación
- 4.2 Cuida tu imagen personal
- 4.3 Sé puntual
- 4.4 Tener una actitud positiva
- 4.5 Expónte profesionalmente
- 4.6 Preserva tu vida personal (y la de tus compañeros)
- 4.7 Sé cordial
- 4.8 Comunicarse correctamente
- 4.9 Sé ético
- 4.10 Organízate
- 4.11 Valorar el trabajo en equipo
- 4.12 Sé un experto en lo que haces
- 4.13 Potencia tu conocimiento general
¿Qué es la imagen profesional?
La imagen profesional es un conjunto de cualidades que representan las percepciones sobre tu competencia y personalidad. En otras palabras, es como la gente te verá y te recordará en el trabajo.
Hay muchos factores involucrados en la construcción de esta imagen, entre ellos:
- Apariencia: cómo se viste el profesional y se presenta a su público de interés;
- Reputación: credibilidad del profesional en el mercado laboral;
- Conocimiento: nivel de habilidades técnicas y conocimiento del mercado de la persona;
- Postura: actitudes hacia la postura física, forma de caminar, saludar a los colegas y mirar a otras personas;
- Mentalidad: proactividad, visión positiva de las situaciones y capacidad para resolver problemas.
Ser bueno en lo que haces es importante, pero hay otras actitudes igualmente esenciales para ser bien visto en el mercado. Los aspectos de comportamiento como la forma de vestir, hablar y tratar a las personas definirán si usted actúa como un profesional dedicado, seguro y bueno en el día a día.
Diferencia entre la imagen profesional y personal
La imagen profesional está profundamente relacionada con la imagen personal, lo que lleva a muchas personas a pensar que las dos expresiones significan lo mismo. Sin embargo, hay diferencias entre los conceptos, y es necesario conocerlos para aplicarlos correctamente.
En realidad, la imagen personal es uno de los componentes de la imagen profesional. Estos son los elementos que generan la primera impresión inmediata en una persona en cualquier contexto, como la apariencia, el lenguaje corporal y la expresión facial.
Estos tres factores hacen que otros creen una opinión sobre ti incluso antes de la primera conversación. Por lo tanto, es fundamental que estén alineados con tu verdadera personalidad y el entorno en el que te encuentras. Véase más abajo para más detalles sobre cada característica.
Apariencia y vestimenta
Vestirse bien no se trata de la moda, ni de la marca de la ropa, sino de llevarla bien hecha para que se ajuste a tu cuerpo. También hay que adaptarse al contexto: el aspecto de la balada o de la playa no siempre encaja bien con el entorno de trabajo.
Un estilo más formal o relajado depende mucho de la cultura de la empresa. Sin embargo, aunque el código de vestimenta es flexible, se necesita sentido común. En general, evita los zapatos sucios, los escotes exagerados y las ropas muy cortas, ajustadas o transparentes. También hay que prescindir de los perfumes, gorros y gafas de sol demasiado fuertes.
Lenguaje corporal
El lenguaje corporal dice mucho sobre la personalidad y el estado mental de una persona. Cabeza erguida, tronco erguido y un firme apretón de manos transmiten confianza y seguridad, sea cual sea la situación. Por otro lado, doblar los hombros y mirar hacia otro lado son actitudes que denotan pasividad y sumisión.
Estos fueron sólo algunos escenarios que ilustran cómo la postura física influye en la percepción de la gente. Lo ideal es profundizar en el tema para saber cómo adaptar su comportamiento a las exigencias del entorno.
¿Quieres otro ejemplo? No conocer tu propio lenguaje corporal puede hacerte parecer aburrido cuando en realidad estás totalmente interesado en lo que el otro tiene que decir. ¡Imagina hacer eso en una entrevista de trabajo! No importa cuán calificado estés, tus posibilidades pueden reducirse a cero.
La expresión facial
Si tuvieras que pedir información a un extraño, ¿a quién elegirías: a alguien con la cara cerrada o con una sonrisa en la cara? La segunda opción parece mucho más atractiva, ¿verdad? Porque eso también se aplica a la construcción de la imagen personal.
Adoptar una expresión ligera y relajada ayuda a acercar a las personas. Sólo ten cuidado de no forzar sonrisas y sonar artificial: el buen humor debe ser genuino. De lo contrario, en lugar de causar una buena impresión, se corre el riesgo de causar el efecto contrario.
Todos estos aspectos forman parte de su imagen personal, lo que tiene una gran influencia en su rutina de trabajo. Sin embargo, vale la pena reforzar que la imagen profesional no sólo se refiere a esto: también depende de la cualificación, la comunicación y otros temas que se desarrollarán más adelante en esta guía.
¿Porqué mejorar nuestra imagen profesional y personal?
La construcción de una buena imagen aporta varios beneficios al profesional, ya sea en un momento de transición de carrera, de crecimiento en la empresa o de búsqueda de nuevos retos. Consulte a continuación para obtener más detalles sobre estas ventajas estratégicas.
Extensión de la carrera
El profesional que se preocupa por su propia imagen asegura que su carrera sea larga y próspera. El reconocimiento de la competencia abre varias puertas en el mercado, lo que hace que las invitaciones a nuevos proyectos sean constantes. En otras palabras, los que dan una buena impresión sólo dejan de trabajar cuando les apetece.
La prolongación de la carrera no sólo está dada por la capacidad técnica, sino también por las habilidades sociales. Después de todo, nadie recomendaría a una persona que no sepa trabajar en equipo y enfrente los desafíos con optimismo y seriedad. La unión entre el conocimiento y el comportamiento es la clave para que su trayectoria esté siempre en evolución.
Actuando en posiciones de liderazgo
Los líderes son profesionales en constante exposición, ya sea en reuniones, eventos o apariciones en la prensa. En esos momentos, prestan su propia imagen a la marca, por lo que deben preocuparse por causar la mejor impresión posible a sus interlocutores.
Además de representar a la organización ante el público externo, la imagen del líder también es fundamental para inspirar al equipo de trabajo y ganar la confianza de los empleados. Con tantos efectos prácticos, este se ha convertido en uno de los mayores criterios de promoción y contratación de directivos en las grandes empresas.
Solución de la crisis
Toda empresa está sujeta a crisis, por mucho que planifique sus acciones y trate de mantener sus prácticas en línea con las necesidades del mercado. En esos momentos, es necesario poner en primer plano a los profesionales con gran credibilidad, con gran confianza de todas las partes interesadas. Aquí es donde entra en juego la importancia de la imagen profesional en la resolución de problemas.
Las personas que transmiten seguridad e inteligencia son más hábiles para explicar situaciones adversas a clientes insatisfechos o para evitar problemas con la opinión pública, por ejemplo. Con este apoyo, la organización obtiene tranquilidad entre bastidores para implementar acciones específicas para resolver el caso.
Participación en los procesos de selección
La imagen profesional es determinante para tu éxito o fracaso en un proceso de selección. La razón es simple: todas las etapas del reclutamiento se basan en las impresiones del entrevistador sobre la persona que evalúa.
A lo largo de las entrevistas, la buena postura y las habilidades de comunicación son el gran secreto para pasar a las siguientes etapas. En la conversación final con el futuro gerente, probablemente habrá otros candidatos similares a ti en la obra. En ese momento, su imagen será el diferencial necesario para convencer a la empresa de que usted es la mejor opción.
Solicitudes a los administradores
Todo profesional pasa por situaciones en las que necesita hacer alguna petición a su gerente: ya sea un aumento de sueldo, flexibilidad en el horario o liberación de recursos para un nuevo proyecto, sólo para mencionar algunos ejemplos. Sucede que, si tu imagen no es buena, el jefe será mucho menos probable que acepte tu petición.
Por otro lado, los profesionales que muestran buena postura, compromiso y resultados suelen contar con más buena voluntad de los directivos en este tipo de situaciones. Por lo tanto, haga un esfuerzo diario para ganarse la confianza de su líder y aprovéchela siempre que sea necesario.
¿Cómo crear una imagen profesional?
La imagen profesional no es algo que se construye de una hora a otra. Debe ser planeado desde los primeros pasos de la persona en el mercado de trabajo y ser alimentado todos los días, todo el tiempo.
Cada acción, palabra y decisión tomada en la carrera significa una impresión del pasado para los colegas, gerentes y clientes. Vea a continuación cuáles son las actitudes más importantes para construir una buena marca en el mundo corporativo.
Invertir en la formación
Los que buscan una preparación académica constante se posicionan como protagonistas de su propia carrera, lo que crea una gran imagen profesional. Por otro lado, las personas que interrumpen sus estudios transmiten cierta complacencia, además de estancarse en el desarrollo de sus habilidades.
Invertir en la formación es también una enorme ventaja competitiva. Imagine la siguiente situación: un reclutador tiene dos opciones de candidatos con experiencias similares para llenar una vacante. Sin embargo, uno de ellos sólo tiene una licenciatura, mientras que el otro tiene certificaciones recientes sobre estrategias que son una tendencia en el mercado. Es fácil adivinar quién será elegido, ¿verdad?
Para formarte adecuadamente, elije cursos de acuerdo con tus expectativas profesionales. Si quieres ser un líder, lo ideal es buscar un MBA. Para construir una carrera técnica, una especialización es la mejor salida. También hay varios cursos de capacitación, cursos gratuitos, eventos y talleres, que son sumamente útiles para actualizar y enriquecer el programa de estudios.
Cuida tu imagen personal
Como ya se ha mencionado, la imagen personal es de extrema importancia para la construcción de la marca profesional. Es lo que define la primera impresión que se dará en un primer contacto, por lo que hay que tener cuidado de no cometer errores irreversibles. Después de todo, cuando una persona se forma un concepto negativo sobre otra, es muy difícil hacerla cambiar de opinión, aunque no es imposible.
Cabe destacar los tres aspectos básicos que conforman una buena imagen personal: la apariencia, el lenguaje corporal y la expresión facial. Haz lo posible por estar siempre bien vestido y adecuado para la ocasión, además de adoptar una postura física firme y erguida. También es importante tener siempre una sonrisa en la cara para crear apertura para nuevas relaciones.
Sé puntual
Ser puntual es una clara demostración de compromiso, lo que añade un gran valor a la imagen profesional. Los profesionales que llegan a tiempo y entregan sus tareas a tiempo transmiten el mensaje de que respetan las normas de la empresa, valoran el cumplimiento de los acuerdos y, sobre todo, desean generar buenos resultados para la organización.
La puntualidad es también una prueba de respeto por el tiempo de los demás. Todo profesional serio necesita lidiar con un alto volumen de demandas, lo que convierte cada minuto en algo muy valioso. Llegar a una reunión o entrevista a la hora acordada demuestra que conoces el valor del tiempo, tanto el tuyo como el de los demás.
Tener una actitud positiva
La forma en que el profesional se enfrenta a los hechos cotidianos es determinante para la calidad de su imagen en el mercado. Cuando el equipo pasa por una situación adversa, ¿lo ve como un problema o un desafío? Cuando se trata de establecer pautas, ¿su postura es pasiva o proactiva?
Mantener la calma y tener un buen «juego de cintura» cuando surja alguna situación imprevista, sin desesperarse y crear pánico entre los miembros del equipo. También es importante escuchar las opiniones de los demás y llegar a un consenso, buscando la mejor solución para esa situación.
Estos momentos definen la impresión que das a la gente que te rodea: la de alguien optimista, que se enfrenta a los retos de forma equilibrada; o pesimista, que se esconde detrás de excusas y justificaciones. Desarrollar una mentalidad positiva es ciertamente el mejor camino para su carrera.
Expónte profesionalmente
Como dice el dicho, «el que no es visto, no es recordado». Para crear una buena imagen profesional, debes exponer tus ideas siempre que las encuentres relevantes. Sea participativo en las reuniones, sugiera soluciones creativas y proponga mejoras a la empresa. De esa manera, todos te verán como alguien que no teme posicionarse.
Sin embargo, ten cuidado de no exagerar. Busque la exposición sólo en momentos realmente oportunos, sin inmiscuirse en asuntos que no le conciernen o forzar situaciones sólo para ponerse en evidencia. Este tipo de actitud puede rayar su imagen en lugar de elevarla.
Preserva tu vida personal (y la de tus compañeros)
Es inevitable que con la interacción diaria, se identifique y cree lazos más fuertes con algunos de sus compañeros de trabajo. Como resultado, los asuntos personales pasan a primer plano, especialmente en momentos como las horas felices o los almuerzos.
Sin embargo, estas conversaciones deben ser reservadas sólo para esas horas. Durante las horas de oficina, evite en lo posible los asuntos que expongan su vida personal o la de sus colegas. Además de evitar posibles vergüenzas, mantener la sobriedad de los sujetos tratados en el servicio añade profesionalidad a su imagen.
Sé cordial
La gente educada causa una buena impresión en cualquier contexto, y en el mundo corporativo no es diferente. Di «buenos días» cuando llegues y «hasta mañana» cuando te vayas. Pide ayuda con un «por favor» y nunca dejes de agradecer con un «gracias». Levántate de la silla para saludar a la gente con un firme apretón de manos y una sonrisa en tu cara.
Otra actitud relacionada con la cordialidad es el buen humor, que es absolutamente necesario para asegurar un buen ambiente de trabajo. Sin embargo, cuidado con el contenido de los chistes. La relajación es positiva siempre y cuando no se hagan comentarios ofensivos que dejen a cualquier miembro del equipo incómodo.
Todo esto es esencial para posicionarse como un profesional respetuoso y capaz de vivir bien en grupo.
Comunicarse correctamente
Lo que dices y cómo hablas son dos factores que influyen enormemente en la forma en que se te percibe. Ser claro y objetivo al transmitir su mensaje es fundamental. Los prolijos, que no van directamente al grano, se cansan y ocupan demasiado tiempo de sus interlocutores.
Tengan mucho cuidado con la jerga o demasiada informalidad, después de todo estamos hablando del ambiente corporativo. Lo contrario también es cierto: usar demasiadas palabras exageradas puede hacer que no se le entienda.
Otro punto importante es saber escuchar. Escucha pacientemente lo que el otro tiene que decir y sólo entonces discute con tu punto de vista. A nadie le gusta que lo interrumpan, y hacerlo a menudo transmite una imagen egocéntrica y autoritaria.
Sé ético
La mayoría de las empresas tienen códigos formales de ética y conducta, que deben ser estudiados y seguidos por todos los empleados. En muchos lugares se ofrecen incluso cursos regulares y capacitación sobre estas normas internas para reforzar su importancia y necesidad en la vida cotidiana.
Sin embargo, no es necesario leer el manual para tener una idea de lo que las organizaciones esperan del equipo a este respecto. La convivencia en el trabajo se basa en las mismas reglas que nuestras otras relaciones interpersonales. En otras palabras, es necesario ser ético en todo momento, porque eso es lo que define la calidad de la convivencia del grupo, sea cual sea la situación.
Mucho de eso depende de cómo tratas a otras personas. Actitudes prejuiciosas, bromas ofensivas y acoso moral o sexual son inaceptables, tanto en el trabajo como fuera de él. Lo mismo ocurre con el cuidado del espacio físico: mantener todo siempre limpio y conservar cada elemento de uso común dentro de la empresa.
Recuerda: sólo serás visto como un buen profesional si actúas como un buen ciudadano. Su marca personal en el entorno corporativo depende de ello.
Organízate
La buena organización es una de las habilidades más escasas hoy en día, principalmente debido al alto volumen de información con el que un empleado tiene que lidiar en la actualidad. Por lo tanto, ser capaz de planificar tareas y ordenar documentos es un gran diferencial para su imagen profesional.
Además de ahorrar tiempo y dinero, al organizarse usted mismo demuestra un gran control sobre sus tareas y su carrera en general. Las personas vistas de esta manera suelen considerarse aptas para puestos de dirección, que requieren este tipo de competencia en la vida cotidiana.
Valorar el trabajo en equipo
La capacidad de trabajar en equipo es uno de los aspectos más valorados por las organizaciones. Por lo tanto, si colaboras, causarás una gran impresión en todos tus colegas y gerentes.
Para ello, hay que saber respetar la opinión de los demás y aceptar cuando sus ideas no se consideran las mejores del momento. Los conflictos se producirán sin duda tarde o temprano, por lo que hay que ser capaz de manejarlos.
Ofrecer ayuda también es importante, porque demuestra que luchas por los resultados de todo el equipo, no sólo por los tuyos. Del mismo modo, saber cómo pedir ayuda a sus colegas es esencial. No debes aspirar a brillar solo, sino a ayudar a que todo funcione de manera armoniosa e integrada.
Sé un experto en lo que haces
No sirve de nada tomar todas estas precauciones si no te preocupas por ser el mejor en tu profesión. Intenta siempre superar tus objetivos y cumplir tus tareas con la mayor calidad posible. De esa manera, sus gerentes y clientes verán el valor de su trabajo, lo que sin duda le abrirá puertas en su futura carrera.
También es esencial conocer en profundidad los productos y servicios que ofrece su empresa. Comprender el modelo de negocio hará que sus colegas lo vean como alguien interesado y capaz de tomar el control de la situación cuando sea necesario.
Potencia tu conocimiento general
La gente inteligente siempre tiene un impacto positivo en los demás. Por lo tanto, esté en sintonía con los hechos actuales e históricos que influyen en la sociedad actual. Lea los artículos, siga las noticias y utilice su sentido crítico para formarse opiniones sólidas sobre temas relevantes.
Cuando estos temas surjan en conversaciones informales, tendrá referencias y antecedentes para contribuir a la discusión. A primera vista, esto puede no parecer tan importante para su imagen profesional, pero ayuda mucho a crear una buena impresión en los que viven con usted a diario.
¡Hemos llegado al final de nuestro manual para cuidar la imagen profesional! Ahora que lo sabes todo, es hora de poner en práctica lo que has aprendido. Echa un buen vistazo a cada aspecto mencionado en esta guía y mira cuáles puedes mejorar en tu día a día. Entonces seguramente será visto de manera diferente por colegas, clientes, gerentes y reclutadores.
¿Te ha gustado este artículo? No te olvides de compartirlo en las redes sociales! De esta manera, ayudas a otros profesionales a mejorar su imagen y a conseguir buenas oportunidades en el mercado laboral.