Los sesgos cognitivos son formas de pensamiento que se desvían del pensamiento lógico o racional y tienden a utilizarse sistemáticamente en diversas situaciones.
Son formas rápidas e intuitivas de hacer juicios o decisiones que son menos laboriosas que el razonamiento analítico que tendría en cuenta toda la información pertinente. Estos juicios rápidos suelen ser útiles, pero también constituyen la base de los típicos juicios erróneos.
El concepto fue introducido a principios del decenio de 1970 por los psicólogos Daniel Kahneman (Premio Nobel de Economía 2002) y Amos Tversky para explicar ciertas tendencias a las decisiones irracionales en el ámbito económico. Desde entonces, se han identificado una multitud de sesgos que operan en varios campos gracias a las investigaciones en psicología cognitiva y social.
Algunos de estos sesgos pueden explicarse por los limitados recursos cognitivos. Cuando estos últimos (tiempo, información, interés, capacidades cognitivas) son insuficientes para realizar el análisis necesario para el juicio racional, los atajos cognitivos (llamados heurísticos) permiten hacer un juicio rápido. Estos juicios rápidos suelen ser útiles, pero también son la base de los típicos juicios erróneos.
Otros sesgos reflejan la intervención de factores motivacionales, emocionales o morales; por ejemplo, el deseo de mantener una imagen positiva de sí mismo o de evitar una desagradable disonancia cognitiva (tener dos creencias incompatibles).
La siguiente es una lista de 25 sesgos cognitivos comunes:
Índice de contenidos
- 1 1. Sesgo de confirmación
- 2 2. Sesgo de creencia
- 3 3. Sesgo de autocomplacencia
- 4 4. El error de atribución fundamental
- 5 5. El efecto halo
- 6 6. Sesgo retrospectivo
- 7 7. Exceso de confianza
- 8 8. Sesgo de negatividad
- 9 9. Efecto Barnum
- 10 10. Efecto de dotación
- 11 11. La ilusión de correlación
- 12 12. Sesgo de encuadre
- 13 12. Sesgo de anclaje
- 14 13. Sesgo de representatividad
- 15 14. Sesgo de disponibilidad de la memoria
1. Sesgo de confirmación
El sesgo de confirmación es la tendencia muy común a buscar y considerar sólo la información que confirma las creencias y a ignorar o desacreditar la información que las contradice.
2. Sesgo de creencia
El sesgo de creencia se produce cuando el juicio sobre la lógica de un argumento está sesgado por la creencia en la verdad o la falsedad de la conclusión. Así, los errores de lógica serán ignorados si la conclusión es consistente con las creencias.
Mantener ciertas creencias puede ser una motivación muy fuerte: cuando las creencias se ven amenazadas, el uso de argumentos no verificables aumenta; la desinformación, por ejemplo, se basa en el poder de las creencias: ¿Por qué funciona la desinformación?
3. Sesgo de autocomplacencia
El sesgo de autocomplacencia es la tendencia a atribuir el mérito de los propios éxitos y a atribuir los propios fracasos a factores externos desfavorables.
4. El error de atribución fundamental
El error de atribución fundamental es la tendencia a sobrestimar los factores personales (como la personalidad) para explicar el comportamiento de otras personas y a subestimar los factores situacionales.
5. El efecto halo
El efecto halo se produce cuando la percepción de un individuo o grupo se ve influida por la opinión previa de una de sus características. Por ejemplo, una persona guapa será percibida como inteligente y digna de confianza. El efecto de notoriedad es también un efecto de halo.
6. Sesgo retrospectivo
El sesgo retrospectivo es la tendencia a sobreestimar, una vez que se ha producido un evento, cuán predecible o probable era.
7. Exceso de confianza
El exceso de confianza es la tendencia a sobreestimar las habilidades de uno. Este sesgo ha sido demostrado por experimentos psicológicos que han demostrado que, en varios campos, mucho más de la mitad de los participantes sienten que tienen habilidades superiores a la media. Por ejemplo, más de la mitad de las personas sienten que tienen una inteligencia superior a la media.
8. Sesgo de negatividad
El sesgo de negatividad es la tendencia a dar más peso a las experiencias negativas que a las positivas y a recordarlas mejor.
9. Efecto Barnum
El sesgo del efecto Barnum (o efecto Forer) es la tendencia a aceptar una vaga descripción de la personalidad como aplicable específicamente a uno
mismo. Los horóscopos juegan con este fenómeno.
10. Efecto de dotación
La aversión a la desposesión (o efecto de dotación) se refiere a la tendencia a dar un valor más alto a algo que se posee que a algo que no se posee.
Por ejemplo, el propietario de una vivienda podría estimar que el valor de una vivienda es superior a lo que estaría dispuesto a pagar por una vivienda equivalente.
11. La ilusión de correlación
La ilusión de correlación consiste en percibir una relación entre dos acontecimientos no relacionados o exagerar una relación que es débil en
la realidad. Por ejemplo, la asociación de una característica particular en una persona con el hecho de que pertenece a un grupo determinado cuando la característica no tiene nada que ver con el hecho de que pertenece a ese grupo.
12. Sesgo de encuadre
El sesgo de encuadre es la tendencia a ser influenciado por la forma en que se presenta un problema. Por ejemplo, la decisión de proceder o no a una cirugía puede verse afectada por el hecho de que la cirugía se describa en términos de tasas de éxito o de fracaso, aunque ambas cifras proporcionen la misma información.
12. Sesgo de anclaje
El sesgo de anclaje es la tendencia a utilizar indebidamente la información como referencia. Por lo general, es la primera información que se adquiere sobre el tema. Este sesgo puede ocurrir, por ejemplo, en negociaciones, ventas en tiendas o menús de restaurantes. (En las negociaciones, hacer la primera oferta es ventajoso.)
13. Sesgo de representatividad
El sesgo de representatividad es un atajo mental que consiste en hacer un juicio basado en unos pocos elementos que no son necesariamente representativos.
14. Sesgo de disponibilidad de la memoria
El sesgo de disponibilidad de la memoria consiste en hacer un juicio sobre una probabilidad basada en la facilidad con que los ejemplos vienen
a la mente. Este sesgo puede, por ejemplo, hacernos suponer que un evento reciente es frecuente.